viernes, 10 de abril de 2015

006::: SF - Pulso, compás y barras de compás

La música, al menos lo que pretendo explicar en este blog, aunque a veces nos parezca continua y que no sigue ninguna pauta, en realidad sí tiene una base, unos cimientos de lo que parte el resto.

La música, que al fin y al cabo son ondas sonoras, para ser distribuida, transmitida de un músico a otro se puede realizar de varias formas, una de ellas sería la oral (por oído) sin partituras ni nada, el maestro tocaba la música y el aprendiz la imitaba. Este modo de transmisión ha sido el predominante en la transmisión folklórica de tonaetas y otras melodías sencillas con pocos instrumentos y que ha hecho diferenciarse la música de cada región, simplemente porque era difícil (aunque no imposible) que alguien de Galicia transmitiese su saber a alguien de la provenza italiana.

Pero existía otro modo de transmitir la música ya más compleja donde intervienen varios instrumentos o bien porque alguien ajeno que no está físicamente con el maestro pudiese tocar lo mismo que él interpretaba y ese modo de transmitir ha sido físicamente, con la codificación de los sonidos en tablillas, en barro y al final en papel.

(Se me está antojando hacer un día una entrada de historia, ya veremos si lo hago)

Así pues los sonidos tuvieron que codificarse y crear unos símbolos para que la gente los entendiese. Así que de igual modo cuando nosotros pronunciamos aaaaa, sabemos que tenemos que escribir AAAA o aaaa, y fijaos que cada grafía es distinta, pero todos entendemos que es el fonema a. Como decía, al igual que se crearon los símbolos que codifican el lenguaje, también se creó los símbolos escritos que codifican la música.

En un principio puede parecer que a veces la música no tiene orden ni concierto, no tiene ritmo o es aleatoria, pero nada más lejos. Toda música, al menos de la que hablaré por aquí sí tiene una base rítmica sobre la que se construye la melodía, incluyendo los silencios.

Así que al igual que con tiempo (otro ente físico que existe pero que por sí mismo no podemos ver ni medir) se ha establecido una división base para que podamos medirlo en horas, minutos, segundos… y a partir de ahí hacer mediciones y cálculos, en música también tenemos una base de la que partir y trabajar. Para que al final la podamos escribir con una notación musical inventada, pero aceptada por todos, que será la que traduzca e interprete al papel la melodía que tenemos en la cabeza y estamos escuchando.

Sigo con el ejemplo del tiempo, al igual que con el tiempo donde la base es una repetición constante de impulsos que hemos llamado segundo y que ofrece una pulsación constante y regular haciendo que 60 unidades la llamemos minuto y 3600 segundos lo llamamos hora. En música también existe una base rítmica  y constante de una percusión que a partir de ahora llamamos PULSO.

Este efecto sería parecido a los pulsos que da de manera constante el metrónomo.
Sería como este Tac-Tac-Tac-Tac… continuo y a velocidad constante.

COMPÁS:
Del compás puedo decir varias cosas pero ahora no quiero profundizar demasiado.
En una partitura veremos que el pentagrama (5 líneas paralelas dispuestas horizontalmente) está dividido en trocitos por unas barras verticales. Cada uno de estos trocitos se le llama compás.

Quiero remarcar que el pulso, la percusión constante que tendrá la obra, es una percusión o mejor dicho una sucesión de impulsos (porque realmente no se oye) que extenderá hasta el infinito. El pulso ni se trocea, ni se divide, ni se agrupa, ni se trabaja con ella ni nada, es un Pum-Pum-Pum… continuo y se acabó.

A pesar de la advertencia que acabo de hacer, voy a escribir sobre agrupar el pulso, pero es que ahora mismo no sé explicarlo de otra manera.
El compás, que será cada una de estas divisiones del pentagrama, no sólo es un trozo de pentagrama vacío. El compás contiene la base del ritmo de la obra. A ver si me explico.

El pulso, que es la sucesión de impulsos, es la base sobre la que colocaremos las notas musicales. Algo similar a los cuadrados de un folio donde escribiremos posteriormente. Los cuadrados son iguales en todo el folio pero no son letras ni sirven para nada en concreto pero sí se utilizan de base para que nosotros escribamos cada 2, o cada 3 cuadrados, o hagamos diagramas. El pulso es la plantilla y las grafías musicales nuestra letra y diagramas. En una obra este pulso lo dividiremos según precise la obra y por ejemplo hacemos una base donde la unidad de medida sea cada 2 pulsos. Así tenemos una unidad de medida mínima que será la que contenga el compás. Así estaría formado por dos pulsos en cada compás, por lo que la obra tendrá una base de 2 - 2 - 2 - 2 - 2 - 2 - 2…
Si el pulso lo agrupamos de 3 en 3 pues cada compás del pentagrama tendrá 3 pulsos.
Y en el dibujo de abajo, el pulso es la sucesión de rayas hasta el infinito y el compás es cada el trozo de pentagrama donde contiene en este caso 4 pulsos por cada compás.



Más adelante veremos que el compás o la base de la unidad de medida de la obra puede tomar distintos valores como negras o corcheas o blanca… pero el significado de ritmo constante es idéntico sea cual sea el valor de la base.

BARRA DE COMPÁS: Son las barras verticales que dividen el pentagrama dando lugar a los distintos compases.

No hay comentarios:

Publicar un comentario